Haití frente a las debacles ecológicas
Aquí les dejamos un artículo importante, sobre como Haití esta enfrentando su situación ecológica en la actualidad.
Las montañosas tierras de Haití han sido testigos de históricas e innumerables hecatombes ocurridas tanto en el plano político como medioambiental. La dominación esclavista seguida de gobiernos sátrapas y dictatoriales, han conllevado a la sistemática crisis socioeconómica y política del país, acrecentada por reiteradas catástrofes naturales, que golpean a un territorio extremamente desforestado e indefenso frente al cambio climático.
Estas debacles no solo han dejado a la población haitiana en condiciones de extrema vulnerabilidad, sino que han sido argumento y justificación para que un consabido grupo de mercenarios internacionales engruese sus haberes con vastas consecuencias para la soberanía del pueblo haitiano.
Hecatombe ambiental
Haití o “Tierra de Montañas” en idioma Creole, abarca la parte occidental de
la isla “La Hispaniola” que comparte con la vecina nación de República Dominicana. Siendo un territorio de morfología montañosa en clima tropical,
la geografía haitiana ha sufrido abruptas transformaciones producto de siglos deexplotación indiscriminada de sus recursos naturales. Es así como en la época colonial, se talaron grandes extensiones boscosas a fin de convertirlas en terrenos aptos para el monocultivo intensivo de la caña de azúcar, llegando el territorio haitiano a ser el principal productor azucarero de las Antillas. Desde entonces, la deforestación se fue instalando como una práctica común y constante, y que hoy tiene como principal objetivo la producción de carbón vegetal para consumo humano.
Esta histórica e indiscriminada desforestación, ha generado como consecuencias la degradación de las cuencas, la erosión de los suelos, la pérdida de cobertura vegetal y la desaparición de flora y fauna nativa –entre otros-. Panorama de devastación ambiental que vuelve al territorio haitiano extremadamente vulnerable frente a las inclemencias naturales que azotan con frecuencia a la isla (sequías, ciclones, terremotos) y agudizan los efectos derivados del cambio climático como el aumento de la temperatura en zonas desérticas sin paragua vegetal alguno.
La crisis ecológica ha comprometido insoslayablemente la soberanía alimentaria a través del deterioro de las labores agrícolas,la pérdida delas semillas criollas entre los campesinos y los recursos fitogenéticos del país, subsumiendo a sus habitantes en una escasez alimenticia extrema, con matices pero especialmente crítica, en la zona fronteriza del Noreste.
Rehabilitar el territorio con especies nativas y alimenticias,multiplicar sistemas agroecológicos y técnicas para la captación de aguas y el despliegue de energías renovables son algunas de las esperanzas que albergan las montañas haitianas.
Mercenarios de la inestabilidad
Es consabido que las constantes situaciones de inestabilidad política, económica y ambiental en torno a las que deambula el país, han conllevado a que las tierras haitianas sean el foco de diversidad de acciones de “ayuda” emprendidas por entidades externas entre las que se cuentan la cooperación internacional, organismos de Naciones Unidas, ONGs y Fundaciones. Algunas de estas iniciativas, se mueven motivadas más que por amainar crisis políticas y catástrofes naturales, por intereses económicos y foráneos.
En la actualidad, el caso más emblemático es la “Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití” –MINUSTAH-, conformada en 2004 por soldados de ejércitos de todo el mundo y de algunos países de Latinoamérica entre los que se cuentan: Chile, Argentina, Uruguay, Ecuador y Brasil.
Este proceso militarista, que inició bajo el pretexto de brindar seguridad al país, ha conllevado a un injustificado aumento de la violencia y la criminalización, mermando la soberanía del pueblo hatiano que se pregunta ¿quién controla a los cascos azules de MINUSTAH? Reconocidos como soldados mercenarios e inmunes que a costa de la represión, la corrupción, la obstaculización hacia el ejercicio de la ciudadanía, y el resguardo a los intereses de las transnacionales, suelen redituar a sus haberes entre 4000 y 6000dólares mensuales.
Se les acusa además, de haber introducido el cólera en Haití través de soldados nepaleses que contaminaron las aguas del río Artibonito. Hoy en día, juegan un rol estratégico para facilitar el despojo de los recursos a favor de multinacionales mineras de capitales Estadounidenses y Canadienses tales como Unigold y Barrick Gold.
La restitución de los derechos políticos y civiles del pueblo, y la soberanía sobre sus recursos naturales deben ser el motor de toda acción sensata que busque orientarse en territorio haitiano, reconociendo la dignidad de un pueblo que no deja de cantar su vocación antiesclavista.
Fuente: http://www.elciudadano.cl/2013/08/05/75858/haiti-frente-a-las-debacles-politicas-y-ecologicas/
Hecatombe ambiental
Haití o “Tierra de Montañas” en idioma Creole, abarca la parte occidental de la isla “La Hispaniola” que comparte con la vecina nación de República Dominicana. Siendo un territorio de morfología montañosa en clima tropical,
la geografía haitiana ha sufrido abruptas transformaciones producto de siglos deexplotación indiscriminada de sus recursos naturales. Es así como en la época colonial, se talaron grandes extensiones boscosas a fin de convertirlas en terrenos aptos para el monocultivo intensivo de la caña de azúcar, llegando el territorio haitiano a ser el principal productor azucarero de las Antillas. Desde entonces, la deforestación se fue instalando como una práctica común y constante, y que hoy tiene como principal objetivo la producción de carbón vegetal para consumo humano.
Esta histórica e indiscriminada desforestación, ha generado como consecuencias la degradación de las cuencas, la erosión de los suelos, la pérdida de cobertura vegetal y la desaparición de flora y fauna nativa –entre otros-. Panorama de devastación ambiental que vuelve al territorio haitiano extremadamente vulnerable frente a las inclemencias naturales que azotan con frecuencia a la isla (sequías, ciclones, terremotos) y agudizan los efectos derivados del cambio climático como el aumento de la temperatura en zonas desérticas sin paragua vegetal alguno.
La crisis ecológica ha comprometido insoslayablemente la soberanía alimentaria a través del deterioro de las labores agrícolas,la pérdida delas semillas criollas entre los campesinos y los recursos fitogenéticos del país, subsumiendo a sus habitantes en una escasez alimenticia extrema, con matices pero especialmente crítica, en la zona fronteriza del Noreste.
Rehabilitar el territorio con especies nativas y alimenticias,multiplicar sistemas agroecológicos y técnicas para la captación de aguas y el despliegue de energías renovables son algunas de las esperanzas que albergan las montañas haitianas.
Mercenarios de la inestabilidad
Es consabido que las constantes situaciones de inestabilidad política, económica y ambiental en torno a las que deambula el país, han conllevado a que las tierras haitianas sean el foco de diversidad de acciones de “ayuda” emprendidas por entidades externas entre las que se cuentan la cooperación internacional, organismos de Naciones Unidas, ONGs y Fundaciones. Algunas de estas iniciativas, se mueven motivadas más que por amainar crisis políticas y catástrofes naturales, por intereses económicos y foráneos.
En la actualidad, el caso más emblemático es la “Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití” –MINUSTAH-, conformada en 2004 por soldados de ejércitos de todo el mundo y de algunos países de Latinoamérica entre los que se cuentan: Chile, Argentina, Uruguay, Ecuador y Brasil.
Este proceso militarista, que inició bajo el pretexto de brindar seguridad al país, ha conllevado a un injustificado aumento de la violencia y la criminalización, mermando la soberanía del pueblo hatiano que se pregunta ¿quién controla a los cascos azules de MINUSTAH? Reconocidos como soldados mercenarios e inmunes que a costa de la represión, la corrupción, la obstaculización hacia el ejercicio de la ciudadanía, y el resguardo a los intereses de las transnacionales, suelen redituar a sus haberes entre 4000 y 6000dólares mensuales.
Se les acusa además, de haber introducido el cólera en Haití través de soldados nepaleses que contaminaron las aguas del río Artibonito. Hoy en día, juegan un rol estratégico para facilitar el despojo de los recursos a favor de multinacionales mineras de capitales Estadounidenses y Canadienses tales como Unigold y Barrick Gold.
La restitución de los derechos políticos y civiles del pueblo, y la soberanía sobre sus recursos naturales deben ser el motor de toda acción sensata que busque orientarse en territorio haitiano, reconociendo la dignidad de un pueblo que no deja de cantar su vocación antiesclavista.
Fuente: http://www.elciudadano.cl/2013/08/05/75858/haiti-frente-a-las-debacles-politicas-y-ecologicas/


Es triste como un pueblo que tenia tantas riquezas y poder en el pasado, hoy es un pueblo desesperado que busca levantarse, Pero es bueno saber que muchos gobiernos y organizaciones se están uniendo para ayudar a Haiti a levantarse y que sea un pais que se pueda sostener por si sola.
ResponderEliminarAlejandro Melo 13-0704
Dificil ver el primer pueblo de latinoamerica en independizarse siendo el mas pobre ahora mismo.
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